Sant Boi de Llobregat Más de 2.500 personas acudieron ayer al funeral por los cuatro niños que murieron el sábado tras derrumbarse un pabellón deportivo. Dos horas antes del comienzo ya había vecinos haciendo fila en La Parellada, donde 200 personas se quedaron fuera. El obispo encargado de conducir el funeral pidió a las familias que luchen y tengan "esperanza".