Unas 200 personas se manifestaron ayer en París, frente a la emblemática torre Eiffel, para protestar contra la sentencia a los cinco integrantes del autodenominado grupo La Manada, condenados por abuso sexual pero no por violación a una joven en las fiestas de San Fermín en el verano de 2016. «No es abuso, es violación», gritaron los integrantes, la mayor parte de origen español, que se reunieron bajo la lluvia en la explanada del Trocadero. Tras una pancarta en la que se podía leer Ante la justicia patriarcal, autodefensa feminista, los asistentes corearon lemas en contra de una sentencia que consideran totalmente «injusta».