El año 2017 ha sido el más cálido y el segundo más seco en España desde que hay registros, según el balance anual definitivo de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

La portavoz de la Aemet, Ana Casals, ha explicado que la temperatura media anual de 2017 ha sido 16,2 grados centígrados (ºC), un valor que supera en 1,1ºC el valor medio anual y supera en 0,2ºC al anterior valor más alto, que se registró en los años 2011, 2014 y 2015, que fueron los años que más se han acercado a este récord.

Además, Casals ha señalado a Europa Press que de los diez años más cálidos desde 1965 siete de ellos son parte del siglo XXI y de estos, cinco se han registrado en la actual decena. "En 2016 no se batió récord, pero este y los anteriores sí", ha dicho.

Cinco olas de calor, solo una de frío

En este ejercicio se han producido cinco olas de calor y Casals ha destacado que las tres más importantes fueron la del 13 al 21 de junio, un mes que terminó con una temperatura media 3ºC por encima de la media del mes. La segunda de ellas tuvo lugar entre el 12 y el 16 de julio, cuando se registraron las temperaturas más altas de todo el verano, con 46,9ºC en el aeropuerto de Córdoba el día 13, que es la máxima más alta de todo el año, mientras que la tercera ola de calor se extendió del 2 al 6 de agosto.

Por el contrario, Casals ha precisado que durante 2017 solo hubo una ola de frío, entre los días 18 y 20 de enero, cuando nevó en Torrevieja (Alicante) "donde hacía 103 años que no nevaba", igual que en otros muchos puntos de la costa de Levante.

En cuanto a las precipitaciones, la portavoz ha indicado que 2017 ha sido el segundo año más seco desde que hay registros y "no fue el más seco" debido a las nevadas del mes de enero. En concreto, este año ha llovido 474 litros por metro cuadrado de media en el conjunto de España, lo que supone un 27 por ciento menos del valor medio anual, respecto del periodo 1981-2010.

"Apenas llovió en otoño y primavera, que son las dos estaciones más lluviosas", ha comentado Casals, que ha apuntado que 2017 queda por detrás de 2005, cuando la precipitación fue de 468 litros por metro cuadrado. "Si no hubiera sido por las nevadas de enero, habría sido el más seco", estima.