El Departamento de Economía de la Generalitat ha propuesto una sanción de once millones de euros a Red Eléctrica Española (REE) y de diez millones a Fecsa-Endesa por el apagón ocurrido el 23 de julio de 2007, que afectó a 323.337 abonados de Barcelona durante 56 horas y 42 minutos.

Las empresas disponen de dos semanas para presentar sus alegaciones y, finalmente, la propuesta se elevará al Gobierno catalán que es el competente para imponer la sanción.

Fecsa-Endesa y REE no han reconocido nunca su responsabilidad de los hechos y se han culpado mutuamente del apagón, que comenzó en la subestación de Collblanc con la caída de un cable eléctrico de la primera compañía sobre instalaciones de la segunda empresa, que derivó en el incendio en la subestación de Maragall, también propiedad de REE.

La Generalitat ya sancionó en 2002 con 1,2 millones de euros a Endesa por los apagones ocurridos en Barcelona en diciembre de 2001, que afectaron a un millón de personas.

Endesa llevó su desacuerdo en aquella ocasión hasta el Tribunal Supremo, que desestimó el recurso de la empresa contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña en la que se ratificaba la multa de 1,2 millones.

Precisamente ayer, REE acabó la reconstrucción de las infraestructuras de transporte de la subestación eléctrica barcelonesa de Maragall.

Estas obras han permitido instalar una nueva línea de 220 kV (kilovoltios) entre la subestación de Maragall y la de Vilanova, con lo que se refuerza la red eléctrica de esta instalación.