Hace 25 años murió el niño Jaime Vaquero, que vivía en Torrejón de Ardoz (Madrid), a causa del llamado síndrome tóxico (el consumo de aceite de colza desnaturalizado). Al fatídico destino de Jaime se unieron 700 personas y más de 20.000 afectados por una enfermedad que se convirtió en la mayor intoxicación alimentario de la historia de España y que causó el desconcierto entre las autoridades sanitarias, médicos y población.

La mayoría de las víctimas y afectados fueron personas de clase trabajadora, que en su mayoría vivían en zonas del centro de España, pero no se hallaba ningún nexo entre ellos y no fue hasta un año después cuando las principales investigaciones apuntaron que la probable causa común que tenían los miles de afectados era el consumo de aceite de colza desnaturalizado con anilina, informa Efe.

Este aceite, que se importó de Francia para uso industrial, se distribuyó por algunos aceiteros para uso humano tras extraerle la anilina a alta temperatura.

El producto se vendió a la población para su consumo en garrafas de plástico, de manera fraudulenta y a través de puestos de venta ambulante en diferentes lugares de España.

De las más de 20.000 personas afectadas, 18.517 recibieron ya sus indemnizaciones del Estado declarado, tras un largo proceso judicial, responsable civil subsidiario, aunque todavía quedan personas que pueden reclamar las ayudas económicas.

Algunas de las claves sobre la enfermedad se han desvelado años después con el conocimiento del genoma humano y las investigaciones de científicos catalanes.