El asesino de Carlos Palomino ha sido condenado a 26 años de prisión, 19 por un delito de asesinato con la agravante de motivos ideológicos y otros 7 por un delito de tentativa de homicidio. Josué Estébanez ha sido absuelto, en cambio, del delito de tenencia ilícita de armas y de amenazas. Los magistrados justifican la agravante de la pena por la estética neonazi que lucía el acusado el día en que mató al otro joven, además de en las frases proferidas contra sus rivales, como Sieg Heil , que se utilizaba en la Alemania de Hitler. La sentencia rechaza que actuara en legítima defensa y afirma que el ataque fue planeado. Estébanez se declaró "arrepentido" y aseguró que no quería "quitarle la vida a nadie". "Me entró mucho miedo y no supe reaccionar", dijo en su declaración final.