Delegados de las centrales Comisiones Obreras y Sindicato Colectivo de Maquinistas del Metro de Madrid (SCMM) están elaborando un censo de trabajadores en activo y jubilados que hayan podido estar en contacto con piezas de los trenes con amianto en su composición. El objetivo es abarcar y medir toda la población de riesgo y ponerla en conocimiento de la Inspección de Trabajo, que multó en febrero pasado al Metro madrileño con 190.000 euros por la exposición de empleados del suburbano al mineral tóxico.

La búsqueda se centra en las diversas categorías de maquinistas y mecánicos de mantenimiento, y se realiza poco a poco, ante la falta de un censo de trabajadores en riesgo que proporcione la sociedad pública, pese a reiteradas peticiones del comité de empresa. No habiendo un listado disponible, se están analizando los censos de pasadas elecciones sindicales. El intento de localizar y ordenar en una lista a los activos y jubilados se realiza en medio de una fuerte tensión e inquietud en la plantilla por la insalubridad de sus puestos. No solo el amianto preocupa a los trabajadores. Alfonso Blanco, mecánico y delegado de CCOO, explica que «habrá que mirar plantilla remontándose hasta 1974». Juan Antonio Ruiz, portavoz del SCMM, calcula que el colectivo está formado por 3.500 trabajadores. «De estos, 1.500 serían maquinistas y el resto técnicos de trenes, escaleras mecánicas y otros elementos», explica.

El pasado 24 de mayo el amianto del metro madrileño se cobró su primera víctima mortal registrada. Las familias de otros dos trabajadores, ya jubilados, que murieron de cáncer pulmón como el primero, estudian reclamar también el reconocimiento de la causa de sus fallecimientos. Dada la amplitud de la población de riesgo que está siendo buscada, Juan Antonio Ortiz se muestra convencido de que «aparecerán nuevos casos de afectados por el amianto entre la plantilla». Los trabaJadores iniciaron ayer tres días del para exigir a la empresa que ponga a disposición de toda la plantilla -6.769 empleados- un estudio médico completo y voluntario para descartar la asbestosis. El mal por inhalación de amianto se manifiesta en forma de enfermedad respiratoria obstructiva crónica cuando no, en la mayoría de los casos, aparece en forma de cáncer de pulmón.