1895: Oscar Wilde, el ídolo caído

El más celebrado autor teatral del West End londinense recibe en su casa una tarjeta de visita del marqués de Queensberry (sí, el de las reglas del boxeo) acusándolo de "sodomita". Wilde, en la cumbre de su fama, no calcula bien: responde con una querella judicial que se vuelve en su contra y acaba él mismo en la cárcel. Allí escribirá el 'De profundis', kilómetro cero de la literatura gay.

1912: Thomas Mann entreabre el armario

El gran autor alemán era un egocéntrico y convencional padre de familia obsesionado con medirse con Goethe. Póstumamente sus diarios destaparon su homosexualidad reprimida. Pero para darse cuenta no había más que leer 'La muerte en Venecia', una novela breve sobre la belleza y el amor y la imposibilidad de poseerlos. Otro gay, Visconti, la convirtió en memorable película.

Marguerite Yourcenar.

1927: Escritora, lesbiana y pionera

Tenía que ser una mujer, la escritora y lesbiana Marguerite Yourcenar, quien pusiera por primera vez negro sobre blanco y se atreviera a publicarlo el sufrimiento de un gay a quien las condiciones sociales han obligado a casarse y a formar una familia. El título de la magnífica novela 'Alexis o el tratado del inútil combate' hace referencia, claro está, a la lucha contra la propia condición y así lo relata la voz narradora en una larga carta a la esposa.

1930: Lorca tuvo que esperar 56 años

Federico García Lorca escribió 'El público' hacia 1930 pero no pudo verla representada. Fue Lluís Pasqual, director del Teatre Llliure, quien 56 años después la llevó a escena en un legendario estreno en Milán. La obra, en la que el autor explora de forma surrealista los deseos homosexuales reprimidos, ha sido considerada una de las más importantes del teatro español del siglo XX. Àlex Rigola firmó otra versión en el 2015 que se vio en el TNC.

1931: El poeta que no se escondía

Resulta sorprendente que mientras García Lorca y tantos otros apenas trasladaran de forma poco explícita la homosexualidad a su obra, el sevillano Luis Cernuda escriba poemas sin tapujos sobre ella por las mismas fechas. En ‘Los placeres prohibidos’ dice: “Si el hombre pudiera decir lo que ama, / si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo / como una nube en la luz…”. Jamás negó su homosexualidad.

Una ilustración de Tom de Finlandia.

1940: Tom de Finlandia, el referente del cómic homoerótico

Desde la fría Escandinavia, Touko Laaksone (1920-1991) hizo sus primeros dibujos homoeróticos con varones musculados y sexys, marineros, militares, leñadores, policías..., que pronto firmó con el seudónimo de Tom de Finlandia. Sus osadas viñetas, que mostraban relaciones sexuales explícitas entre hombres, no exentas de polémicas, le convirtieron en un referente para la cultura gay y para muchos homosexuales.

1940: Mala como el ama de llaves de ‘Rebeca’

El código Hays prohibía mostrar la homosexualidad en Hollywood. Pero eso no frenó a Alfred Hitchcock. No había que ser muy listo para percibir que la señora Danvers, acariciando la delicada ropa interior de Rebeca, la mujer fantasmal que da título a la película, era mucho más que una entregada ama de llaves. Mala, sí, de acuerdo, pero por lo menos se visibilizaba el siempre oculto lesbianismo.

Jean Genet.

1949: Genet en el Barrio Chino

Hijo de una prostituta y de padre desconocido, Jean Genet, delincuente antes que escritor, representa al homosexual airado enfrentado a la sociedad biempensante a la que escupe en la cara. Escribió algunas de sus mejores obras de teatro mientras estaba en la cárcel, de la que salió gracias a la ayuda de Sartre y de Cocteau. En ‘Diario del ladrón’ relató sus andanzas como chapero en el Raval barcelonés.

1953: Travestismo de serie B

“En el desembarco de Normandía me hice varias carreras en las medias”, sostenía Ed Wood cada vez que se le preguntaba por su carrera militar. El realizador al que Tim Burton rescató del olvido dirigió ‘Glen or Glenda’, un seudodocumental que reflejaba el gusto travesti del propio Wood, a quien la crítica calificó de "peor director del mundo”. Finalmente, el debate del título acabó con una operación de cambio de sexo.

1955: Deseo homosexual rebajado

Tennessee WIlliams (todo un referente del tema) tuvo que rebajar el deseo homosexual que emanaba de la amistad entre los personajes de Brick y Skipper para la puesta en escena de su obra preferida en 1955. La dirigió Elia Kazan y el texto ganó el Pulitzer de drama. La pieza redobló el éxito tres años después con la versión cinematográfica protagonizada por Paul Newman y Elizabeth Taylor, película en la que pincelada gay estaba aún más suavizada.

1955: Little Richard, una afrenta a la América blanca

Negro, locaza, rocker y exitoso, Little Richard era tan escandaloso en los EEUU de la década de 1950 que resulta un misterio que no fuera linchado. Su 'hit' 'Tutti frutti' es heterosexualmente picante y contiene el mejor verso de la historia de la música popular moderna ( "Awop-bop-a-loo-mop alop-bom-bom"), una bomba de locura y alegría de vivir que reduce a fosfatina las obras completas de Bob Dylan. Pero la letra original era clara y obscenamente gay.

Laurence Olivier y Tony Curtis, en 'Espartaco'.

1960: Ostras y caracoles

El general romano que encarna Laurence Olivier en 'Espartaco' de Stanley Kubrick se siente atraído por el esclavo que interpreta Tony Curtis. En una célebre secuencia que en su momento escamoteó la censura franquista, el general le pregunta al esclavo: "¿Consideras que comer ostras es moral y comer caracoles es inmoral?", en una nada velada referencia a la bisexualidad. Un momento antológico de cómo decir las cosas sin decirlas.

Años 70: La Barcelona de Nazario y Ocaña

En la Barcelona más canalla y 'underground' de los 70, llegado de un pequeño pueblo sevillano, el transgresor y subversivo Nazario halló el caldo perfecto para dar rienda suelta a sus explícitas y desatadas viñetas, creando el icono gay del cómic por excelencia, Anarcoma, la detective transexual, y obras como ‘San Reprimonio’ y ‘Alí Babá y los 40 maricones’. Para la historia quedan sus recuerdos y fotos con su amigo del alma y compañero de juergas, sexo y drogas, el malogrado artista Ocaña, disfrazados de mujer paseando por la Rambla.

1970: La salida de las catacumbas

La apertura de The Loft, impulsada por David Mancuso, en Nueva York en 1970 fue una excelente noticia para la comunidad LGTBI de la ciudad: por fin había un sitio que les aceptaba y que no estaba sometido a las redadas habituales en sus bares y clubs. La era disco, con Studio 54 como pináculo, permitió al colectivo salir de las catacumbas. Por si la imagen de Village People no dejaba clara su orientación sexual, su éxito planetario 'Y. M. C. A.' (1978) era una poco disimulada celebración de las instalaciones de la entidad católica del título como lugar de encuentros homosexuales. Golazo de pillos.

Divine, en 'Pink flamingos'.

1972: Apoteosis 'queer' y 'trash'

'Pink flamingos': apoteosis de la comedia 'queer', 'trash' y desenfadada de John Waters y su actriz fetiche, Divine (Harris Glenn Milstead), la gran 'drag queen' del cine 'underground' de los 70. Divine encarna a la persona más inmunda del mundo según un periódico de Baltimore. Waters no se cortó un pelo: pornografía, canibalismo, zoofilia, drogas, coprofagia, voyerismo y un matrimonio que vende bebés a parejas lesbianas.

1973: Un dulce transexual de Transilvania

'The Rocky Horror Show', parodia musical de 'Frankenstein' en clave alocadamente 'queer', fue un éxito sin precedentes en su estreno teatral en Londres. Dos años después, convertida en película, fue la principal razón de ser de las sesiones golfas en los cines. El espectáculo estaba tanto en la pantalla como en los espectadores que interactuaban en directo con las extravagantes escenas.

David Bowie y Mick Ronson.

Primeros años 70: La androginia mola

La mayoría de las numerosas formaciones de glam rock eran gañanes cargados de testosterona que simplemente se lo pasaban bomba enfundándose modelitos pasados de rosca, pero David Bowie, el cabecilla del movimiento, desarrolló un seductor discurso andrógino ante el que no había otro remedio que jugar a ser como mínimo bisexual para estar en la onda. Miguel Bosé ofreció mucho más tarde su versión de peluquería española.

1974: Explotación social y sexual

Cineasta y dramaturgo anarquista y homosexual, capaz de rodar 40 películas en solo 13 años, entre 1969 y 1982, año de su fallecimiento, Rainer Werner Fassbinder resumió en 'La ley del más fuerte' su concepto de la explotación económica y sexual de la clase trabajadora a partir del itinerario humillante de un joven gay (encarnado por el mismo director) que gana la lotería. Fassbinder adaptó también 'Querelle' de Genet.

Rob Halford.

1974: Cuero, cadenas y tachuelas

El cantante de Judas Priest, Rob Halford, fue el responsable de que millones de jóvenes de todo el mundo adoptaran el cuero, las cadenas y las muñequeras como estética hiperviril. Pero, caramba, resulta que el más heavy de todos los heavys había copiado su estética de la imperante en los clubs gais más duros de Nueva York y San Francisco. Halford hizo pública su homosexualidad en 1998.

1975: El primer montaje gay en España

'Los chicos de la banda', el primer montaje abiertamente gay estrenado en España (en el Teatro Barceló), en 1975, fue todo un acontecimiento. Manuel Galiana, bajo la dirección de Jaime Azpilicueta, protagonizaba las vivencias, con sus claroscuros, de un grupo de amigos homosexuales. La obra de Mart Crowley, escrita en 1968, marcó de forma pionera la total visibilidad del mundo gay y fue todo un éxito en su estreno en el off Broadway ese mismo año.

1977: Lo bastante hombre para ser mujer

La cantante trans Wayne County, más tarde Jane County, paradigma de la desobediencia imperante en el Nueva York protopunk y punk, dejó las cosas claras en dos canciones antológicas: '(If you don't wanna fuck me baby) Fuck off!' -(si no quieres follarme, nene) ¡Jódete!'- y 'Man enough to be a woman' (lo bastante hombre para ser una mujer).

Pedro Almodóvar y Fabio McNamara.

1982: El ciclón Almodóvar

Un joven árabe con un olfato superdesarrollado (Antonio Banderas) se enamora del hijo del dictador del remoto Tirán (Imanol Arias), quien se siente atraído también por una cantante ninfómana (Cecilia Roth) pese a que le gustan los hombres. Entre medio, Almodóvar y Fabio McNamara suben al escenario para cantar 'Suck it to me'. 'Laberinto de pasiones' es otra apoteosis, en este caso de la movida madrileña y las libertades sexuales.

1985: La revelación de Rock Hudson

Tras haber encarnado al hombre al que todas las mujeres desean en las comedias de los 50 y 60 (en alguna de ellas incluso llegaba a interpretar a un depredador sexual que se hace pasar por gay para facilitar sus conquistas), Hudson, convertido en una sombra de sí mismo, reveló unos meses antes de su muerte que era gay y que padecía el SIDA. La noticia marcó un antes y un después en la percepción de la enfermedad.

Una viñeta de Ralf König.

1987: Ralf König, cómic gay, hoy

Es el más famoso referente en la historieta gay actual (y asiduo visitante del Salón del Cómic de Barcelona, que en 1992 premió su obra ‘El condón asesino’). El dibujante alemán salió del armario a finales de los 70 y alcanzó el éxito y la popularidad en 1987 con ‘El hombre deseado’. Desde entonces no ha dejado de publicar historias del ambiente gay, siempre con personajes que viven sin prejuicios su sexualidad y nunca faltos de humor; la última ‘Pitopausia’ (La Cúpula).

Dana International en Eurovisión.

1998: Eurovisión transexual

Ya desde sus orígenes, el festival de Eurovisión y su oropel continental suscitaron el interés del público gay, aunque hubo un punto de inflexión en 1998 con la victoria de la transexual israelí Dana International y su fabuloso ‘hit’ ‘Diva’. La artista se convirtió en bandera de los colectivos LGTB y Eurovision pasó a ser ya sin ambages el festival más abierto, tolerante y divertido que uno podría imaginarse, regalando iconos gay a espuertas como la austriaca Conchita Wurst, el montenegrino Slavko Kalezic o, este año, la israelí Netta.

1999: La amistad de Bob Esponja y Patricio

Los mismos que en su día pusieron el grito en el cielo porque aseguraban que Tinky Winky, de los Teletubbies, era gay porque era de color violeta y llevaba bolso son los que denunciaron la supuesta relación homosexual de Bob Esponja y su buen amigo Patricio Estrella. Fuera lo que fuera, y más allá de algunos guiños hilarantes, probablemente autoconscientes, la serie creada por Stephen Hillenburg rompió tabús en su exaltación de la amistad pura, libre y abierta, más allá de la propia sexualidad.

Terenci Moix.

1998: Terenci responde a Cela

Terenci Moix fue el gran pionero de la normalización gay en España. Desde sus 'best-sellers' instantáneos, por supuesto, pero también como gran showman televisivo, objeto de adoración de señoras entradas en años. La fecha de esta entrada corresponde a la ponderada respuesta que dio al Nobel Camilo José Cela cuando en un homenaje a Lorca éste rebuznó: "No tengo nada contra los gais, me limito a no tomar por el culo".

Una escena de 'Brokeback mountain'.

2005: La pasión de los cowboys

En muchos westerns ('Grupo salvaje', 'Dos hombres contra el Oeste') se había hablado de la amistad viril dejando más o menos claras ciertas connotaciones homosexuales entre los personajes. Fue el taiwanés Ang Lee quien lo mostró de forma explícita en 'Brokeback mountain', donde dos vaqueros (Jake Gyllenhaal y Heath Ledger) acaban intimando y enamorándose tras pasar tantas horas solos y cuidando juntos el ganado.

'La vida de Adèle'.

2013: 10 minutos de sexo lésbico

Ganadora de la Palma de Oro en el 2013, 'La vida de Adèle' removió los cimientos de Cannes con la tórrida escena de sexo lésbico (de 10 minutos de duración y profusa en detalles) entre sus dos jóvenes protagonistas, interpretadas por Léa Seydoux y Adèle Exarchopoulos. Más allá del escándalo, el filme de Abdellatif Kechiche es un poderoso drama iniciático que explora la grandeza del amor correspondido y el posterior desgarro de su pérdida, inspirado en el cómic de Julie Maroh 'El azul es un color cálido'.

2015. Dos cuerpos anhelantes

Prácticamente toda la obra de Todd Haynes ('Poison', 'Velvet goldmine', 'Lejos del cielo') gira en torno a la homosexualidad. 'Carol' es uno de sus trabajos más delicados y precisos, adaptación de una primeriza novela de Patricia Highsmith sobre la atracción irremediable entre una mujer burguesa infelizmente casada (Cate Blanchett) y una joven dependienta de una tienda (Rooney Mara) en el Nueva York de los 50.