Las aguas que separan las Islas Canarias del Sáhara Occidental han vuelto a convertirse en una fosa común. Fuentes oficiales marroquís informaron del naufragio el viernes de al menos dos pateras cargadas de inmigrantes que acababan de zarpar de las playas de El Aaiún, la que fuera capital de la excolonia española.

"Hemos recuperado los cadáveres de 30 subsaharianos", explicaron las autoridades marroquís, que añadieron: "Dos pateras han naufragado, aunque no descartamos que pueda haber más barcas hundidas".

Por su parte, la Asociación de Amigos y Familiares de las Víctimas de la Inmigración Clandestina informó de que "hay otros 80 inmigrantes desaparecidos".

Las autoridades marroquís aseguraron que todos los inmigrantes eran originarios de Mali y explicaron que 61 personas sobrevivieron al naufragio y que pudieron alcanzar a nado la playa, momento en el que fueron detenidos.

El pasado sábado, la marea devolvió poco a poco los cadáveres de los inmigrantes, que acabaron en una playa situada a pocos metros de la residencia del gobernador marroquí en El Aaiún.