Siguen en alta mar, pero el Ministerio de Asuntos Exteriores confirmó ayer que los 372 inmigrantes del Marine I podrán hoy, por fin, desembarcar en el puerto de Nuadibú (Mauritania). Desde allí serán repatriados por las autoridades españolas a sus países de origen. Anoche, el personal de la Cruz Roja --a bordo de la patrullera Río Duero de la Guardia Civil-- accedió al carguero con el objetivo de comprobar el estado médico de los sin papeles, 20 de los cuales están enfermos "leves".

Aunque no se teme por su vida, fuentes diplomáticas aseguraron que los inmigrantes --que llevan dos meses de travesía y una semana fondeados en aguas internacionales tras un fallo en el motor-- están "desesperados". Es de suponer que muchos de ellos tengan problemas gástricos. Además, las condiciones higiénicas del carguero son "terribles", según Médicos del Mundo. El sábado, tres se tiraron al mar al ver las lanchas de la Cruz Roja. La odisea de los 372 asiáticos y africanos dura demasiado tiempo, después de que, el viernes 3 de febrero, Salvamento Marítimo de Canarias los atendiera tras fallar el motor.