Un 38 por ciento de los menores españoles de 16 a 18 años practica el "botellón", una reunión masiva de jóvenes y adolescentes que beben en la calle y donde la mitad de ellos opta por las bebidas de alta graduación, duplicando la ingesta de cerveza y vino. Así lo ha puesto hoy de manifiesto Petra María Pérez, catedrática de Teoría de la Educación y directora del Instituto de Creatividad e Innovación Educativa de la Universidad de Valencia, durante su intervención en el seminario "Menores y situaciones de riesgo. Desamparo, violencia y adicciones", que concluye hoy en la UIMP de Valencia.

Petra María Pérez, que ha expuesto la ponencia "El fenómeno del botellón: cómo se divierten los jóvenes", ha reconocido que el consumo de alcohol está "muy extendido" entre los adolescentes españoles, especialmente los fines de semana, y el "botellón" forma parte de la cultura juvenil de la sociedad española. Según ha indicado en su intervención, se abusa del alcohol "probablemente por el resultado final que produce la combinación de los efectos 'estimulantes y ansiolíticos' que, a su vez, actúan como refuerzo para su consumo.

"Hasta hace unos años estaba socialmente aceptado que en el entorno familiar los niños consumieran pequeñas cantidades de bebidas alcohólicas en ocasiones especiales, y aún hoy el 13,2 por ciento de los padres se muestra partidario de estas prácticas", ha afirmado. Pérez ha recordado que, según datos del Plan Nacional sobre Drogas, desde el año 1996 ha aumentado un 20 por ciento el consumo de bebidas de alta graduación entre los menores, mientras que el consumo de cerveza ha disminuido en este colectivo casi un treinta por ciento.

Respecto al perfil de la persona que hace "botellón", la experta ha señalado que casi la mitad es estudiante, un 80 por ciento vive en el domicilio familiar y la mayoría son de clase media, y precisó que no es una persona "antisistema, ni en general pertenece a tribus urbanas". Petra María Pérez ha destacado que los adolescentes pertenecientes a familias en la que los padres son excesivamente autoritarios o permisivos, "abusan más del consumo de alcohol que aquellos cuyos padres son democráticos o indiferentes".

De hecho, según ha indicado, el 89 por ciento de los jóvenes de 16 a 35 años cree que las medidas prohibitivas para evitar el abuso de alcohol pueden provocar efectos contrarios al deseado, y el 94 por ciento considera que las medidas más eficaces para atajar el consumo irresponsables de alcohol son las educativas y preventivas. Para intentar prevenir los casos de abuso, la experta ha señalado que se les debe enseñar a ser capaces de tomar decisiones responsables respecto al consumo de alcohol, formarlos para que se sientan bien con ellos mismos y sepan decir que no.