La pobreza se ha estancado desde 1994 y sigue afectando al 19,5% de los hogares españoles, 8,5 millones de personas. Este diagnóstico, incluido en el quinto Informe Foessa y Cáritas española, que se presentó ayer, certifica el fracaso de la "década prodigiosa" de la economía española en la redistribución de la riqueza y formula un inquietante pronóstico: el 40% de los hogares (unos 17 millones) están en riesgo de caer en la pobreza --con ingresos menores de 6.895 euros por persona al año-- como consecuencia de la crisis económica.

Miguel Laparra, profesor de la Universidad Pública de Navarra y uno de los 70 autores del trabajo, situó entre los candidatos a ingresar en esta dramática situación a las familias con hijos que pierdan el empleo. "Todo indica --apostilló-- que crecerá la pobreza económica y la exclusión social, sobre todo entre mayores, mujeres, niños e inmigrantes".

Por comunidades autónomas, las de mayor tasa de pobreza son Extremadura, Ceuta, Castilla-La Mancha y Andalucía. Las que cuentan con menos pobres oficiales son Navarra, País Vasco y Baleares.

El drama se centra especialmente en los 1,5 millones de españoles que han de apañárselas para subsistir con menos de 3.360 euros al año, lo que se denomina pobreza extrema. Esta situación es tres veces más habitual entre inmigrantes. "Lo importante no son las cifras, sino el sufrimiento y el dolor de las personas que hay detrás. Lo más aberrante es que no pueden disfrutar de derechos fundamentales", subrayó Silverio Agea, secretario general de Cáritas.