Galicia continúa azotada por las llamas. Setenta y un incendios continuaban anoche activos y otros 93 estaban controlados o extinguidos. Pero desde hace nueve días, por cada fuego que se apaga se enciende otro, lo que mantiene vivas las sospechas de que hay muchas manos humanas detrás de ellos. Por ello, el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, anunció la incorporación de 400 paracaidistas a las labores de vigilancia, donde los efectivos militares suman ya 2.000.

Alonso explicó que los paracaidistas controlarán zonas estratégicas como "centrales eléctricas, aeropuertos, nudos de comunicaciones y núcleos urbanos". La protección de estos lugares preocupa porque, según el consejero del Medio Rural, Alfredo Suárez Canal, los fuegos se han concentrado de forma sospechosa en "centros relevantes". Por ejemplo, junto al aeropuerto de Lavacolla, en Santiago, donde se provocó una cortina de humo, posiblemente para impedir que los medios antiincendios aéreos trabajasen. Y días atrás, las dos residencias del presidente de la Xunta, la oficial y la particular, se vieron acosadas por el fuego.

CRITICAS ECOLOGISTAS La Federación Ecoloxista Galega se quejó del "penoso espectáculo" que están dando los políticos con "la dramatización de unos y el exceso de despreocupación de otros, haciendo demagogia y echándose mutuamente las culpas". Aseguran que nada ha cambiado, salvo la ubicación del fuego junto a las casas. En Galicia arde, un año más, la mitad de la superficie quemada en toda España.

El cruce de acusaciones continuó ayer con las declaraciones de la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, que afirmó que estos fuegos obedecen a "una trama" solo explicable en esta autonomía porque, en materia de incendios, "en España conviven dos realidades: Galicia y el resto". Añadió la posibilidad de que se deban también a actos por "venganza y despecho" propios del "medio rural".

Una nueva víctima elevó ayer a cuatro el número de fallecidos a causa de la ola de incendios. Se trata de G.V.P., de 70 años, quien llevaba desde el martes hospitalizado por quemaduras sufridas en un incendio en A Cañiza.