Unna encuesta realizada por la escuela Attitudes de Audi en colaboración con el Instituto Universitario de Tráfico y Seguridad Vial (Intras) ha revelado un dato a la vez sorprendente y "muy preocupante", según sus autores. Un 56% de los 600 jóvenes conductores de entre 18 y 25 años entrevistados confiesan que han empuñado el volante por su cuenta antes de haber obtenido el carnet de conducir. A veces lo hacen acompañados por familiares y otras por amigos, pero incluso reconocen haberlo hecho por libre.

Al autor del trabajo, Francisco Alonso, director de desarrollo del Intras, el dato le parece alarmante, no sólo por el riesgo intrínseco que entraña esa conducta, sino porque puede marcar el futuro de los implicados. "Son jóvenes que dan sus primeros pasos en la conducción fuera de los canales legales y allí aprenden los peores hábitos, que luego son muy difíciles de olvidar", explica.

Hay otro dato revelador: el perfil del joven protagonista de accidentes corresponde a un varón de entre 24 y 25, que ya conducía antes de obtener el carnet y que tiene una nula percepción del riesgo. También admiten, el 70%, que cometen infracciones con cierta frecuencia.

ALTO NIVEL DE IMPUNIDAD La encuesta viene a corroborar el alto nivel de impunidad con que hoy puede circularse sin carnet en España. "Debería haber más controles específicos sobre la conducción sin permiso y endurecerse las penas", recetó Luis Montoro, el director del Intras, que recordó que esta necesidad será aún más urgente cuando entre en vigor el carnet por puntos y muchos conductores se vean privados de su licencia. En Francia esta conducta se penaliza con 30.000 euros y dos años de cárcel, mientras que en España sólo conlleva una sanción de 300 euros y un mínimo de un año de pérdida del carnet.

El estudio también certifica la importancia del papel de los padres en la formación de sus hijos como conductores. Los jóvenes multados e implicados en accidentes de tráfico son mayoritariamente hijos de padres sancionados, mientras que los jóvenes no multados tienen unos padres que cumplen las normas.

Los malos ejemplos se ponen en evidencia cuando los jóvenes encuestados cuentan la percepción que tienen de las infracciones que cometen sus padres y ellos mismos: el 70% piensa que su padre excede los límites de velocidad porque no considera peligrosa esta conducta.

CAMPAÑAS PARA SENSIBILIZAR "No podemos culpar directamente a los padres de los accidentes de sus hijos pero sí está claro que algunos tienen parte de responsabilidad en ellos", explicó Francisco Alonso, para quien es urgente una campaña de concienciación encaminada a que los padres tomen conciencia de su función educadora.

Los malos ejemplos se ponen en evidencia cuando los jóvenes encuestados cuentan la percepción que tienen de las infracciones que cometen sus padres y ellos mismos: el 70% piensa que su padre excede los límites de velocidad porque no considera peligrosa esta conducta.

Otros datos que han preocupado a los autores son que el 25% de encuestados reconocen ignorar cuáles son los límites de velocidad de las carreteras y que un 20% nunca se abrocha el cinturón de seguridad.