La derrota judicial sufrida ayer por los partidarios de prolongar el estado vegetativo de Terri Schiavo enconó aún más la pugna entre ultraconservadores y liberales en EEUU, enzarzados en una aluvión de escaramuzas verbales. Además, según una encuesta de la CNN, el 60% de los estadounidenses se oponen a que la paciente vuelva a recibir la alimentación o, o que es lo mismo, apoyan que se la deje morir.

"Lo que el juez Whittemore ha hecho es proteger la libertad de la gente para tomar sus propias decisiones sobre el final de la vida, sin la intromisión de los políticos", declaró Howard Simon, director ejecutivo de la influyente Unión Americana de Libertades Civiles.

Desde la trinchera opuesta, el reverendo Patrick Mahoney, director de la Coalición de Defensa Cristiana, denunció al magistrado federal por haber mostrado "una profunda falta de respeto hacia los discapacitados de EEUU, al negar a Terri sus derechos constitucionales".

El caso Schiavo acapara los medios de comunicación y ayer los dos principales diarios y atacaron su politización, orquestada por los ultraconservadores con la ayuda de Bush. La intervención del Congreso en el caso fue "dañina e inmoral", según The Washington Post.