Mientras en América el 25% de los asesinatos de mujeres se producen en el ámbito familiar, el porcentaje se eleva al 45% en Europa y al 68% en el caso de España. Estos datos demuestran, según José Sanmartín, director del Instituto Universitario Centro Reina Sofía --que ha recopilado datos de crímenes contra mujeres en hasta 44 países--, que "las españolas están más seguras en la calle que en sus casas". Cabe destacar que, como el estudio incluye cifras de países como EEUU, El Salvador o Colombia, donde la tasa de violencia en las calles es más alta que en Europa, el porcentaje de los asesinatos en el ámbito familiar cobra mayor relevancia estadística en los Veintisiete.

En cualquier caso, el análisis concluye que España está a la cola en el ránking de feminicidios, con una tasa de asesinatos de 5,15 por cada millón de mujeres frente a 19,14 de media mundial. No obstante, el Centro Reina Sofía alerta de que mientras en la mayoría de los países se produjo una reducción de los crímenes contra mujeres del 2000 al 2006 tanto en el ámbito familiar (padres, hijos, etc.) como los llevados a cabo por la pareja o expareja, en España aumentaron ambos.

Precisamente ayer se conoció un nuevo ataque machista, que eleva a 10 el número de mujeres asesinadas por sus compañeros sentimentales en abril y convierte este mes en el periodo más trágico desde 1998.

CRIMEN EN VALENCIA Una mujer de 51 años fue apuñalada por su exmarido en Museros, Valencia. La víctima le había denunciado por impedirle el acceso al domicilio conyugal y por amenazas. Una amiga de la víctima manifestó ayer que "era una muerte anunciada" mientras la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, reiteró que la denuncia por malos tratos es la mejor manera de proteger a las víctimas.

El delegado del Gobierno contra el maltrato, Miguel Lorente, consideró el jueves que la coincidencia "en el tiempo" de varios casos obedece a que los maltratadores que piensan matar a su pareja se "precipitan" cuando tienen conocimiento de otros asesinatos. En lo que llevamos de año, ha habido 23 víctimas mortales, 11 más que las registradas en el 2009, pero en la media de años precedentes.

Lorente subrayó también que está "aumentando la ira", ya que se ha incrementado el número de muertes por apuñalamiento o estrangulación y ha disminuido el uso de armas de fuego. Además, ha crecido el ensañamiento y la media de puñaladas ha pasado de 16 a 28.