Tres de cada cuatro establecimientos del sector de la hostelería de 100 o más metros cuadrados que permiten fumar incumplen la obligación legal de separar físicamente la zona de fumadores del resto, medida que entró en vigor el 1 de septiembre. La situación es especialmente grave en los bares y restaurantes de Madrid, País Vasco, Castilla-La Mancha y Castilla-León, según reveló ayer el presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), Rodrigo Córdoba, que agrupa a 42 sociedades médicas y científicas.

De los 60.000 locales de las dimensiones descritas que están censados, únicamente 15.000 han prohibido fumar o han habilitado zonas para fumadores, que no pueden superar el 30% de la superficie del establecimiento, a base de tabiques o ventanales que van del suelo al techo y que disponen de una puerta independiente de acceso, según los datos provisionales que maneja el CNPT. El resto son permisivos con el tabaco en todo el local o diferencian las zonas con sistemas de ventilación como las cortinas de viento, que no está respaldado por la ley.

HOTELES Y FRANQUICIAS Catalunya, Asturias, Galicia y Andalucía son las que comunidades que "se lo han tomado más en serio", afirmó Córdoba, que cifró en un 50% el nivel de cumplimiento de la normativa en esas autonomías.

El presidente del CNPT explicó que los restaurantes de los hoteles y los que forman parte de redes de franquicias son los más respetuosos con las indicaciones que obligan a las separaciones físicas, mientras que los locales de ocio nocturno son los más díscolos. En ellos los niveles de nicotina apenas han bajado.

A pesar de esos datos, se mostró optimista y dijo que es "previsible que se avance en todas las comunidades" a corto plazo y no se mostró partidario de las denuncias de particulares. "Las denuncias pueden servir para poner en evidencia el incumplimiento por parte de las administraciones autonómicas, pero no se puede hacer cumplir la ley a base de denuncias", razonó.

Junto a estos datos, se dio publicidad a un estudio que analiza la presencia de la nicotina del aire en diferentes enclaves públicos de ocho regiones y ha demostrado que en las dependencias de la Administración, universidades y empresas la reducción de los niveles de nicotina ha sido considerable: un 80%.