El 8 por ciento de las mujeres españolas asegura que ser madre le llevó a ser víctima de "discriminación" en el ámbito laboral mientras que el 21 por ciento confiesa que la maternidad limitó sus oportunidades de promoción en el trabajo. Así se desprende de la encuesta "Fecundidad y valores en la España del siglo XXI", realizada entre 10.000 mujeres y dirigida por la demógrafa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Margarita Delgado, por encargo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), entre abril y junio de 2006.

Entre las profesionales que han sido madres, un 28 por ciento alega que esta circunstancia le obligó a reducir su actividad, en idéntico porcentaje se vieron obligadas a interrumpir su trabajo durante al menos un año y un 17 por cierto dejó su empleo definitivamente por esta causa. "La mayoría de las mujeres piensa que tener un hijo supone un obstáculo en su vida profesional que, de ningún modo, afecta en la misma medida a los hombres", señaló Delgado en rueda de prensa.

Así lo expone el 58 por ciento de las encuestadas mientras que sólo el 4 por ciento de ellas opina que esta circunstancia es negativa para los hombres. El 64 por ciento de las mujeres que formaron parte de la muestra -cerca del 80 entre las menores de 30 años- cree que el modelo ideal de convivencia familiar es aquel en el que ambos miembros de la pareja tienen un trabajo de similar dedicación y se reparten por igual el cuidado de los hijos. En cambio, sólo el 47 por ciento de ellas manifiesta haber formado una familia de estas características, lo que constata una "discrepancia" entre los modelos "ideal y real" de la experiencia, que "es mayor cuanto más elevada es la edad de las encuestadas", indicó Delgado.

La autora del sondeo destacó que las pautas de formación de la familia y los comportamientos reproductivos han experimentado un "profundo cambio" en España en las últimas décadas. En este sentido, sostuvo que "la mayor diferencia entre generaciones se aprecia, no obstante, respecto a la convivencia en pareja al margen del matrimonio".

"El 90 por ciento de las mujeres mayores de 45 años no comenzó a vivir en pareja hasta que contrajo matrimonio", apuntó, para agregar que esta coincidencia sólo alcanza el 60 por ciento de las de entre 30 y 34 años, y desciende por debajo del 40 para las de 25 a 29. La muestra recoge que un 57,2 por ciento de las jóvenes de entre 20 y 24 años ha optado por formar una "unión consensual", sin pasar por el matrimonio, un porcentaje que se reduce de los 30 a los 34, franja en la que un 79,4 por ciento terminaron por casarse.

"La vivienda es un factor clave respecto a la formación de la pareja", precisó Delgado, quien señaló que los padres, suegros u otro familiar ostentan la titularidad del piso en el que habitan las mujeres en un 21,2 por ciento en la franja 30-34 años, 15,6 por ciento entre 35 y 39, y un 12,8 por ciento de los 40 a los 44. La estadística constata que un 3,1 por ciento de las que están en edad de procrear tuvo su primer hijo mediante técnicas de reproducción asistida y, entre las mayores de esa edad, el porcentaje se sitúa en el 1,6 por ciento. En los grupos 35-39 y 45-49 se observan cifras de entre el 9,2 por ciento y el 6,8 respectivamente de mujeres que, si bien han utilizado estas técnicas, lo hicieron sin éxito.

En el estudio se observa que un 27,6 por ciento de las que tienen entre 35 y 39 años, y que aún no ha sido madre, dice que no desearía tener un hijo, porcentaje que se incrementa de los 40 a los 44 hasta un 52,1. A la vista de este estudio, sentenció la experta, se hace necesaria la actuación de los poderes públicos en el favorecimiento de la maternidad, de los empleadores en la promoción de medidas de conciliación de la vida familiar y laboral, y de la propia sociedad, dando paso a un "modelo simétrico" entre la mujer y el hombre.