La Audiencia Provincial de Málaga en Melilla condenó ayer a 84 años a Francisca Ballesteros Maravilla por haber matado con veneno a su marido y a dos hijas y haber intentado matar a un tercer hijo. La envenenadora de Melilla pagará más de 500.000 euros al único hijo que le queda vivo, de 13 años.

El tribunal impone 20 años por cada uno de los asesinatos con alevosía de su hija Florinda, de 5 meses, en 1990, y de su marido, de 42 años, en enero del 2004. Además, impone 25 años por el asesinato con alevosía y ensañamiento de su hija Sandra, de 15 años, en junio del 2004. Por la tentativa de asesinato del hijo impone otros 19 años. M. H.