El abogado Ramón Sierra, que hasta ayer mismo representaba al autor confeso de la muerte de Diana Quer, José Enrique Abuín Gey, conocido como el Chicle, renunció definitivamente a seguir con el caso, según anunció tras reunirse por la mañana con su cliente en la cárcel pontevedresa de A Lama, a la que Abuín fue trasladado el miércoles desde la prisión coruñesa de Teixeiro por razones de seguridad. «Nosotros hemos dejado la defensa porque para poder ejercer en un asunto penal, incluso de la más mínima trascendencia, es necesario creer total y honestamente en lo que se está haciendo para hacerlo con pasión y difícilmente en este instante, al menos yo, puedo hacerlo», explicó el letrado a su salida de la prisión de A Lama, donde se reunió durante más de una hora con el autor confeso de la muerte de la chica.

En declaraciones a los medios de comunicación, Ramón Sierra subrayó que en todo caso no cree que hubiera delito contra la libertad sexual. El abogado tomó la decisión de no seguir con la defensa de Abuín Gey una vez conocidos los indicios preliminares del examen forense, que certifican que no hubo el arrollamiento con un vehículo que planteó el principal sospechoso de la desaparición y muerte de la joven. Tras ser detenido, El Chicle declaró que había atropellado fortuitamente a la chica.

El informe preliminar de la autopsia de Diana Quer confirmó el jueves que la causa del fallecimiento de la joven fue el estrangulamiento. Añade que no acredita, pero tampoco descarta, la posible agresión sexual, a la espera de pruebas complementarias. El estado en el que se encontró el cadáver de la joven, tras 16 meses en el agua, hizo difícil a los forenses comprobar si El Chicle abusó o no de ella. Tampoco se sabe si el homicida actuó valiéndose únicamente de sus manos o recurriendo a otro objeto, como las bridas que aparecieron junto al cadáver.

PROTOCOLO ANTISUICIDIOS / El Chicle está en una celda adaptada en la enfermería de la cárcel de A Lama al habérsele aplicado el protocolo de prevención de suicidios. En concreto, tiene una pared de cristal, al lado de la cual se encuentra un interno de apoyo, que lo vigila. El cambio de prisión se produjo para alejarlo de presos pertenecientes a su antiguo clan de Os Fanchos, relacionado con el narcotráfico.