Oscar Cabrero, defensor de Juan Miguel Cerrillo, el albañil de 48 años juzgado en la Audiencia de Tarragona por violar y matar en en marzo de 2001 en Salou a Tamara Navas, de 9 años, admitió ayer, al elevar a definitivas sus conclusiones provisionales, que su cliente sólo cometió un delito de encubrimiento al mantener en su casa el cadáver de la niña durante casi un año.

LA PENA Por ese delito Cabrero solicitó que se condene a Cerrillo a tres años de prisión, aunque insistió en que éste no mató ni violó a la niña, sino que una o varias personas perpetraron el brutal crimen aprovechando el "trastorno de personalidad y adicción al alcohol y a la cocaína" de su representado, contra el que sostuvo que no hay pruebas directas que lo incriminen.

Además, el fiscal del caso Angel Vilafranca y las acusaciones particular y popular coincidieron al manifestar en que todos los indicios y evidencias circunstanciales conducen a Cerrillo y ratificaron la petición de 32 años de cárcel por agresión sexual y asesinato. Cerrillo renunció al derecho de hablar antes de que el jurado se reúna para dictar un veredicto.