Canarias es, desde que el pasado 20 de agosto un MD-82 con destino a las islas se estrelló en Barajas, un ir y venir de abogados estadounidenses con propuestas, contratos y prospectos tal vez jamás vistos en España. "Somos Masry and Vititoe. Uno de nuestros revolucionarios casos inspiró la película Erin Brockovich ". Esa leyenda aparece en un díptico repartido estos días en Las Palmas, con una fotografía de Julia Roberts en el cartel de la película, y, en una pésima y algo cómica traducción realizada por el propio bufete, la leyenda de promoción del filme: "Ella puso a un pequeño pueblo en sus pies y a una gigante compañía en sus rodillas". Es, con todo, lo menos chocante con lo que se han encontrado las familias. EL PERIODICO ha tenido acceso a uno de los draconianos contratos que los bufetes cazaindemnizaciones pretenden hacer firmar a sus clientes.

El contrato puede sorprender en España por su redactado. Es el modelo que utiliza Podhurst Orseck que, para el caso MD-82, se ha aliado precisamente con Masry and Vititoe, aquellos que se autocalifican de "héroes" por la demanda interpretada en el cine por Julia Roberts. Tras precisar el contrato que los honorarios son del 35% (solo en caso de victoria, pues en caso contrario los gastos corren a cuenta del bufete) el siguiente párrafo es insólito por lo franco que es. "El cliente comprende que estos honorarios podrían exceder los honorarios adoptados por el Colegio de Abogados de Florida y aprobados por la Corte Suprema de Florida". El reglamento de aquel estado --prosigue-- acepta que "el abogado solicite honorarios que excedan lo estipulado".

Dos párrafos más adelante, cuando se estipula cómo los dos bufetes se repartirán las tareas y los beneficios, el contrato, literalmente, afirma que "dado que Masry and Vititoe se involucran y tienen tanta experiencia, el cliente no protesta y apoya este arreglo de compartir los honorarios".

Son varias las familias que tienen un contrato de este tipo en casa, pendiente, claro, de firma. Algunos bufetes organizan encuentros con grupos de afectados y otros, en cambio, prefieren un contacto más cercano, llamar puerta por puerta. El recibimiento, por ahora, no es entusiasta. Los abogados tientan a las víctimas con promesas de más de un millón de dólares, pero el recelo es tanto que de leer una y otra vez los contratos terminan por realizar las más desconfiadas interpretaciones. El contrato de Podhurst Orseck, así, establece en uno de los primeros puntos que el cliente acepta pagar a los abogados por "cualquier cantidad recuperada". En ese texto, a pesar de que en una rueda de prensa los letrados lo negaron, hay familiares que han interpretado que deberán abonar al bufete un 35% también de la indemnización.

LINEA DE COMBATE Canarias, porque de allí eran la mayoría de las víctimas, es la primera línea de combate de al menos cinco potentes bufetes de abogados de EEUU. Es inédito en España, pero no en el mundo. No en vano, entre la documentación que entregan a las familias para convencerlas de su eficacia, figura también un mapa de los 89 accidentes de avión ocurridos desde 1979 y en los cuales han intervenido en ayuda de las víctimas.