Tras pasar más de dos años en la cárcel a la espera de juicio, la sección décima de la Audiencia de Barcelona ha absuelto a Francisco Montoya, de 48 años, acusado de matar a una adolescente de Terrassa (Vall¨s Occidental) en octubre del 2002. El principal argumento del fallo absolutorio, que la familia de la víctima recurrirá ante el Supremo, es la falta de pruebas.

El tribunal, que ordenó poner en libertad al acusado el pasado 5 de julio, antes incluso de tener redactada la sentencia, ordena a la policía reabrir la investigación para dilucidar quién es el autor.

Paradójicamente, el que sí ha sido condenado es el cirujano de guardia del Hospital Mútua de Terrassa que atendió a Nadia el día de los hechos por una falta de imprudencia profesional con resultado de muerte. El doctor Alberto Jesús Sánchez deberá pagar una multa de 1.200 euros (200.000 pesetas). La compañía de seguros del hospital abonará a la familia 60.000 euros (10 millones de pesetas) en concepto de responsabilidad civil.

El tribunal no da credibilidad a una testigo que declaró que oyó cómo el acusado se enfadaba con la joven porque quería romper con él.