El Tribunal Supremo ha esgrimido la "presunción de inocencia" para absolver a un hombre que en septiembre del año pasado fue condenado por la Audiencia de Barcelona a 10 años y medio de prisión por maltratar a su bebé de apenas dos meses y causarle incapacidad mental y parálisis. No obstante, el alto tribunal ha calificado de "lamentable" que las acusaciones renunciaran a una testigo clave en el juicio, lo que ha abocado a que el padre quede libre por falta de pruebas.

El Supremo reprocha tanto a la fiscalía como a la acusación particular, ejercida por la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia de Cataluña, que no apuraran la investigación de las pruebas y renunciaran al testimonio de la tía de la víctima, encargada del cuidado de la pequeña.

Durante la vista en Barcelona, el procesado, de origen peruano, culpó de las lesiones a la tía del bebé, una niña de pocos meses cuando ocurrieron los hechos (2004), pero la mujer no fue procesada. La Audiencia no se creyó los argumentos y condenó al procesado a 10 años por tres delitos de lesiones con agravante de parentesco. A consecuencia de las palizas recibidas, la pequeña sufrió parálisis.