El Juzgado de Instrucción número 27 de Barcelona ha absuelto a los cuatro activistas antitaurinos a quienes los Mossos d'Esquadra detuvieron el pasado 15 de junio tras saltar a la arena de la plaza de toros Monumental de Barcelona con pancartas en las que pedían la abolición de las corridas. En la sentencia el juez absuelve de las faltas de desobediencia a la autoridad y desórdenes públicos a los antitaurinos, para quienes la Fiscalía solicitaba una multa de 120 euros, pero también descarta que fueran víctimas de un intento de linchamiento por parte de los aficionados que asistían a la corrida de toros.

En opinión del juez, la acción reivindicativa no constituye desórdenes públicos porque, con ella, los activistas sólo pretendían "llamar la atención y hacerse publicidad de su actividad en contra de la celebración de las corridas de toros, y no alterar la paz social". Sin embargo, el juez recuerda que la conducta de los activistas supone una infracción al Reglamento Taurino, "que prohíbe a los espectadores moverse de sus asientos y menos lanzarse a la plaza", por lo que ha remitido el caso al Departamento de Interior para que les abra el expediente sancionador correspondiente.

La sentencia tampoco aprecia que los activistas incurrieran en una falta de desobediencia a la autoridad al resistirse a abandonar la plaza de toros, dado que el hecho de retrasar el desalojo de la arena forma parte de la propia acción reivindicativa como tal. Los cuatro activistas presentaron una denuncia en el mismo Juzgado de Instrucción, que ha sido archivada provisionalmente, en la que aseguran que fueron agredidos por decenas de aficionados que presenciaban la corrida, lo que pretenden demostrar con una grabación de la acción y fotografías que muestran las lesiones que sufrieron.

El Juzgado de Instrucción descarta, no obstante, que el público de la corrida de toros se lanzara al ruedo de la plaza con la intención de lincharles, ya que, afirma la sentencia, los que intervinieron para forzarles a abandonar la arena eran personal subalterno de la plaza y no aficionados. "... Quienes estaban en el centro del ruedo eran el diestro que había intervenido en la lidia del toro, sus tres peones, los areneros, los mozos de los caballos de arrastre del morlaco (...) y más personal de la plaza con gorras de color rojo. En total no alcanzaban a veinte", aclara el fallo.

Los Mossos d'Esquadra, añade la sentencia, no intervinieron sino una vez los activistas se encontraban en el burladero, después de que el personal de la plaza de toros los intentara sacar de la arena. En definitiva, para el juez, con su "lamentable comportamiento" lo que han pretendido los animalistas es "magnificar el caso de sus reivindicaciones, utilizando para ello la celebración de una corrida de toros en Barcelona sin apenas público para saltar al ruedo y de allí a los medios de comunicación y a los tribunales, buscando resonancia para sus fines".