Una joven que fue presuntamente víctima de abusos sexuales continuos por parte de su jefe, Héctor P.B., en una empresa de limpieza de Leganés (Madrid) relató ayer ante el juez los supuestos episodios, y que en un primer momento no denunció por «vergüenza y miedo» a perder el trabajo. «Me sentía como una mierda», dijo. Lo contó ayer ante el juez de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Madrid, en una vista en la que también declaró como acusado el presunto agresor, así como el padre de la chica y varios de sus compañeros en calidad de testigos.

«Nunca me dijo nada sobre el trabajo. Cada tres minutos estaba ahí intimidándome. Una vez de la ansiedad que me provocaba hasta me desmayé», apuntó.

El primer abuso, según la chica, se produjo el 14 de septiembre del 2014, a raíz de que le comentara que tenía una contractura en el hombre producto de sus clases de danza y el acusado se ofreciera a darle un masaje. «Necesitaríamos un spa. Yo te puedo hacer un masaje, pero tiene que ser mutuo», contó la joven. Ya en su despacho, le tocó los pechos y le metió la mano en el pantalón. Mes y medio más tarde tuvo lugar presuntamente otro episodio similar. Héctor B.P, siempre según el relato de la chica, la habría obligado a subirse a la parte trasera de una furgoneta, donde supuestamente la cogió del cuello con fuerza y la obligó a realizar una felación.

SADO Y PORNO / En la tercera ocasión la joven sostiene que su jefe la habría empujado contra una pared en el baño de chicas, tocándole los pechos y el culo. En marzo del 2015 le conminó a hablar de «sado y porno» y le ofreció hacer un trío con un amigo. Tras esto, la chica defiende que comenzó con unos abusos de mayor calado. El acusado lo negó todo y dijo que «jamás» le tocó «ni un solo pelo».