A los vecinos de Cerezal no le huelen los pies, de eso ya se encargan Pura Calvo y Conrado Crespo. El matrimonio vive en este pueblo de las Hurdes y es allí donde elaboran con productos naturales las cremas para eliminar el mal olor de los pies.

Conrado es el encargado de realizarlo y cuenta con la ayuda de su mujer. Con el problema del mal olor que sufría en primera persona, Conrado decidió hacer una crema para su propio uso. Sus hijos también lo probaron e incluso algunos vecinos del pueblo. Viendo el éxito y la aceptación que tuvo el producto, lo patentaron, salió al mercado y ahora el matrimonio lo vende en diversas ferias y mercados tanto a nivel regional como nacional.

Credor , nombre comercial que surgió en una cena de amigos, es ya conocido por muchos extremeños. El producto está compuesto con diversas hierbas y plantas silvestres y con un conservante para que no se descomponga el agua, recogida del manantial. Todo natural.

Además de eliminar el mal olor, "su uso también rebaja un 30% el sudor", indica Pura. El bote que comercializan es de dos tamaños: por un lado el familiar, que dura un año y cuesta doce euros; por otro, uno más pequeño con un coste de nueve euros. "Con una sola aplicación a la semana después de la ducha con el pie ya seco, los malos olores desaparecerán durante meses", destaca.

Pero la elaboración natural de productos por parte del matrimonio no termina aquí. También fabrican cremas para relajar las piernas cansadas, con varices o dolores cervicales, además de otras para la hidratación y nutrición de la piel, antiarrugas y protección solar que cuestan en torno a los seis euros.

El matrimonio está muy contento por la aceptación de sus productos porque "si hace cinco años nos dicen que vamos a vender tanto yo no lo habría creído", destaca la mujer. Y es que según explica, Credor ha tenido un gran éxito entre las personas. "El Martes Mayor vendí muchísimas cremas y como hace una semana no vine al mercado, hoy cuando he llegado ya tenía a numerosos clientes esperándome y me he sorprendido muchísimo", explicaba Pura.

Pero entre sus clientes no figuran solo extremeños. La afluencia de turistas a Plasencia en esta época vacacional ha sido aprovechada por el matrimonio para la captación de clientes. "Varias personas de Barcelona y Madrid me estaban esperando hoy porque querían llevarse un par de cremas antes de marcharse a sus casas". Pero los vendedores lo tienen ya todo previsto y en cada bote de crema aparece su número de teléfono (927 433 045) para todo aquel que quiera hacer algún pedido, donde se cobraría el producto a contra reembolso. Esta fórmula ya ha tenido su aceptación puesto que "unos turistas franceses y suizos lo compraron y me han llamado ya para que se lo mande" .