Las promotoras inmobiliarias llevan días cayendo en tromba sobre los más de 2.000 jóvenes que esta semana han acampado en las calles de Fuenlabrada para conseguir una vivienda a precio de coste. Tras saber de la existencia del improvisado campamento, los vendedores se dijeron que ellos tenían inmuebles que no lograban vender en estos tiempos de crisis y que ahí, en el asfalto del municipio del sur de Madrid, había compradores potenciales.

No es difícil anticiparse al paso siguiente: imprimir velocidad folletos publicitarios para tentar a los jóvenes con sus ofertas, organizar un zoco inmobiliario y decirles a los acampados que no hay por qué pasar esas penurias para hacerse con una vivienda que puedan pagar, que todo lo que se ha organizado en torno a la última iniciativa de José Moreno, el promotor inmobiliario extremeño (de Granja de Torrehermosa) que se queda con apenas un 3% de beneficio para así vender las casas a un precio razonable, no tiene sentido.

Y los jóvenes, tras una semana a tiempo completo haciendo cola para que hoy Moreno les inscriba en la cooperativa que supuestamente el próximo año comenzará a construir 2.100 pisos en el sur madrileño y el norte toledano, miran los folletos y responden: "Nosotros no somos tontos".

Los mismos que han inflado la burbuja inmobiliaria en los últimos años, opinan los acampados, son los que vienen a decirles que ahora, con la debacle inmobiliaria, sí que tienen un piso para ellos.

"Lo único que hacemos con esos papeles es quemarlos en las hogueras que tenemos para calentarnos. Es indignante que vengan las agencias", dijo ayer David Muñoz, de 24 años, un trabajador de una empresa de aluminio que llegó el pasado martes y está en el puesto 870 del reparto. Detrás de él había cientos y cientos de personas, hasta llegar a las cerca de 2.500 totales del campamento.

Aunque Moreno ha dicho que solo construirá 2.100 viviendas, quienes se encuentran en lugares posteriores a esa cifra creen que todavía tienen posibilidades de hacerse con un piso a 120.000 o 168.000 euros, según sean de protección oficial o de renta libre. Siempre habrá alguien que luego no pueda hacer frente al primer pago. O, como ha ocurrido en varios casos, que no haya podido soportar la espera y se haya vuelto a casa de sus padres.

PUBLICIDAD NEGATIVA Los folletos son de dos tipos. Unos solo ofertan pisos, que, por otra parte, se encuentran más alejados de Madrid que Alcorcón, Móstoles o Fuenlabrada, lugares donde piensa construir Moreno. "¡Gran oportunidad! Promociones y desarrollos Biazu. Promoción de viviendas en Ocaña y Corral de Almaguer (Toledo)", se lee en uno de esos papeles.

Los del segundo tipo entran en la publicidad negativa contra Moreno, un pocero de antigua filiación maoísta que disfruta con su mote de Robin Hood de los pisos. "¡No hay que hacer colas para conseguir una vivienda barata!" o "nosotros tenemos terreno y José Moreno no" serían ejemplos de estos folletos.