Muchos de los conductores que den positivo en las pruebas de alcoholemia que se harán en la primera quincena de junio podrán contemplar sin intermediarios el rostro de la tragedia sentado en una silla de ruedas. En total 110 personas con lesiones medulares que deben su discapacidad a accidentes de tráfico estarán presentes en los controles de la Guardia Civil para mostrarles en qué acaban algunos de esos locos viajes patrocinados por el alcohol.

La idea de poner cara y ojos a las secuelas de los accidentes, que ya ha sido ensayada con éxito en algunos países como EEUU, ha partido en España de la Asociación de Lesionados Medulares (Aspaym). Su presidente, Alberto de Pinto, condensó ayer con fina ironía la filosofía de esta iniciativa. "No queremos más socios que provengan de accidentes de tráfico", dijo.

Para evitar que Aspaym registre este alza indeseable, sus miembros acompañarán durante los fines de semana a los agentes de la Guardia Civil en los puestos de control de 20 provincias y tratarán de aleccionar a los conductores incautos sobre los terribles efectos del "terrorismo salvaje de la carretera".