Una joven muerta y 140 personas heridas, cuatro de ellas graves, es el balance del primer accidente ocurrido en el metro de Roma desde su inauguración, en 1982. El choque de un convoy que circulaba por la línea A contra otro que se hallaba parado en la popular estación de piazza Vittorio sembró ayer por la mañana el pánico entre los pasajeros --muchos creyeron que era un atentado-- y colapsó el tránsito hasta primeras horas de la tarde en la capital italiana.

A las 9.35 de la mañana, mientras los pasajeros entraban y salían del tren detenido, un segundo convoy que le seguía se empotró en el último vagón. Los viajeros relataron que el segundo tren se había parado antes de entrar en la estación ocupada y luego reanudó la marcha. Con el semáforo en rojo, el maquinista se había comunicado con la central --el procedimiento habitual-- y preguntó qué hacer. "Avanza a ojo", le dijeron. Al saltarse la luz roja, el sistema automático de frenos no se accionó.

Una pasajera japonesa que viajaba en la cola del convoy estacionado ha sufrido fracturas en las caderas y extremidades. A su lado se encontraba Alessandra Lisi, de 30 años, quien cada día recorría 100 kilómetros para acudir a su trabajo como investigadora en estadística. Lisi murió instantáneamente. La línea A utiliza 45 convoyes de la empresa española Construcciones y Auxiliares de Ferrocarriles (CAF), considerados los trenes más modernos y seguros de Europa.

Gracias a los retenes de bomberos y protección civil desplegados en numerosas estaciones, la asistencia a los heridos fue inmediata y modélica. Los viajeros del segundo tren fueron ayudados a apearse en la galería y caminando llegaron a la estación. Para entonces ya había sido instalada en el exterior una carpa de primeros auxilios, y los heridos graves fueron inmediatamente trasladados al hospital de San Juan de Letrán, a un kilómetro.

El maquinista del segundo tren, al que en un primero momento se dio por muerto, se encuentra hospitalizado y fuera de peligro. Ayer fue interrogado por la fiscal Giovanna Ferrara, que ha abierto un sumario provisional por homicidio, desastre y lesiones involuntarias.

"ALGO ANOMALO" Los dos trenes y la estación fueron sellados por orden judicial y solo por la noche la compañía pudo abrir su investigación particular. "Ciertamente ha sucedido algo claramente anómalo", declaró ayer el comisario de Roma, Marcello Fulvi, quien añadió que "la hipótesis del atentado ha sido excluida inmediatamente". "Hemos temido algo diferente", dijo el alcalde Walter Veltroni.