El exceso de velocidad fue, probablemente, la causa de un brutal accidente que en la madrugada del sábado segó la vida de cuatro jóvenes de entre 18 y 22 años en el centro de la localidad lucense de Foz. El siniestro ocurrió sobre las 06.40 horas cuando el Renault Megane amarillo en el que viajaban los jóvenes derrapó de la parte posterior tras entrar demasiado rápido en una curva y se salió de la calzada, empotrándose contra la fachada de una vivienda.

Los dueños del inmueble no sufrieron daño alguno, pero el coche quedó destrozado y los muchachos que viajaban en él murieron en el acto. El accidente se produjo a escasos metros del Ayuntamiento. Uno de los fallecidos, Pedro Fernández Rey, era hijo de un concejal socialista del equipo de gobierno. Otros dos, Saúl Díaz Poupariña y Agustín López Pinín, son hijos de exconcejales de esta corporación municipal, y el cuarto, Saúl Méndez Pérez, es del vecino pueblo de Fazouro. Los cadáveres, que tuvieron que ser extraídos de entre el amasijo de hierro por los bomberos, fueron trasladados al Hospital de Burela.