Una veintena de usuarios de Renfe protagonizaron ayer un motín en un tren regional que cubría el trayecto entre Barcelona y Portbou. La chispa la desató la actitud de un interventor hacia uno de los pasajeros, un hombre de raza negra, que se negó a mostrarle el billete como forma de protesta por los 20 minutos de retraso que llevaba el tren, "y por el comportamiento agresivo y desconsiderado que habitualmente utilizan los revisores de la compañía con los no blancos", según explicó ayer a este diario el afectado. Fuentes de Renfe aseguran que al interventor se le ha abierto un expediente y que ha sido temporalmente apartado de la actividad comercial.