La cumbre del G-8 logró aprobar ayer las grandes líneas de un acuerdo de mínimos y de un plan de acción sobre el cambio climático, según anunció Bernd Pfaffenbach, representante personal del canciller alemán, Gerhard Schröder. Los dos documentos se publican hoy.

Pfaffenbach dio muy pocas indicaciones sobre el contenido de los acuerdos. El representante alemán se limitó a señalar que el acuerdo contiene "medidas susceptibles de conducir a una reducción de las emisiones de gas con efecto invernadero" mediante el uso de tecnología limpia y una eficiente política energética. Pfaffenbach agregó que el texto hace referencia al Protocolo de Kioto, rechazado por Estados Unidos, aunque no menciona ningún objetivo concreto.

Fuentes próximas a la reunión resaltaron que el texto es resultado de un compromiso entre Estados Unidos y Europa. Japón, Canadá y Rusia tuvieron un papel secundario durante las discusiones.

Fruto de este compromiso, el presidente George Bush, aceptó reconocer que el recalentamiento del planeta se debe a la actividad humana, principalmente a las emisiones de CO2, y que éstas deberán ser reducidas si la ciencia climática demuestra la necesidad en el futuro. A cambio, los europeos lograron que el documento final mencione el Protocolo de Kioto.

Conscientes de que la lucha contra el cambio climático no puede ser llevada a cabo sin la implicación de los países emergentes, los dirigentes del G-8 propusieron asociar a estos estados a un foro informal de diálogo. China, India, Brasil, Suráfrica y México, reclamaron financiación adicional.