El hombre acusado de violar y retener a una joven de 18 años en Albacete en 2008 y para quien el fiscal pide 17 años de cárcel, ha declarado hoy que era la mujer quien le pidió tener relaciones sexuales y que él "no pudo aguantar".

En el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Albacete contra Mohamed A. por agresión sexual y detención ilegal de la joven F.F., el acusado ha dicho que fue ella la que quiso tener relaciones sexuales y que él se negó aduciendo que tenía mujer e hijos.

Por su parte, F.F. ha hecho un relato de los hechos totalmente contrario al realizado por el acusado, ya que ha explicado que fue el hombre el que empezó a llamarla tras conseguir su número de teléfono a través de un amigo común.

F.F. ha afirmado que confió en él porque le dijo que le encontraría trabajo, "lo consideré como un hermano que quería ayudarme", por eso viajaron juntos desde Fuengirola hasta Albacete, aunque ha asegurado desconocer que estuviera casado y con hijos.

Ha declarado que el hombre le preguntó si era virgen y, cuando ella respondió que sí, "lo tomó a risa" y la forzó; la joven ha lamentado que no pudo gritar porque la amenazó con "matarla, descuartizarla y tirarla a la basura".

Después de la violación, la mujer pasó toda la noche, mientras el agresor dormía, sentada en el suelo llorando y limpiándose la sangre y ha contado que tuvo que ir al médico para que le dieran puntos de sutura "por lo fuerte de la relación".

Tras su declaración, F.F., que ahora reside en Fuengirola, ha pedido hablar al tribunal y ha dicho que la mujer del acusado la llama y la amenaza y que le ha ofrecido 8.000 euros para que renuncie a la denuncia contra Mohamed.

La víctima ha añadido que no quiere saber nada de este ofrecimiento porque "he perdido lo más valioso que tenía, que era mi virginidad, y quiero que salga la verdad".

El agente que la acompañó a casa a recoger sus pertenencias ha declarado que F.F., de camino, vio al agresor y se puso muy nerviosa y asustada; y ha señalado que en la habitación había papel higiénico manchado de sangre con el que ella dijo que se había limpiado los genitales.

También han declarado dos peritos ginecólogas que han afirmado que el desgarro perineal que sufrió F.F. es indicativo de una penetración violenta y una de ellas ha dicho que "no entiendo que alguien que está sufriendo un desgarro lo esté consintiendo".