Con el templo parroquial de Fátima lleno de público y cinco celebrantes en el presbiterio, dimos el último adiós a Carmen García quien durante 32 años fue fiel y enamorada esposa del que más de tres décadas fue director de EL PERIODICO EXTREMADURA, Dionisio Acedo Iglesias, hombre exquisito, meticuloso y honrado. Casi toda la vida de este culto y distinguido caballero estuvo dedicada a la información en la empresa que fundase el obispo don Pedro Segura, luego cardenal Primado de España.

Carmen fue una ilustre dama conocida en la ciudad por su trabajo ornamental en el santuario de la Montaña y en el novenario que se celebra en la Concatedral con profusión de flores donadas por multitud de devotos. Derrochó esfuerzo e ingenio por embellecer la carroza sacramental para la procesión del Corpus Christi con ayuda de la diputación. Desde los inicios de la parroquia de Fátima, se entregó para servir a la Virgen de sus amores. Muchas veces cedió la imagen de su oratorio para mantener el culto público.

Amantísima de la sagrada Eucaristía, gastó muchas noches en oración durante las vigilias de la Adoración Nocturna. Ya estará gozando del premio merecido por sus esfuerzos por Dios y por su dulce Madre. Que su esfuerzo sirva de estímulo para los que aún peregrinamos aquí; y que su espíritu envidiable se pose en otras personas con idéntica fuerza y entusiasmo. Su privilegiada existencia temoral ha cubierto casi una centuria, y ahora ha comenzado su gozo y ficha sin fin.

Teodoro Fernández