El Ayuntamiento de Madrid ha ordenado a la Policía Municipal que retire y disuada a las estatuas humanas y mimos que realizan sus actuaciones en la Puerta del Sol y la Plaza Mayor de la capital. Si quieren actuar, tendrán que llevar siempre la cara descubierta, reconocible a primera vista para los agentes, una medida con la que se pretende evitar cualquier posible amenaza para la seguridad pública.

Adiós a Mickey y Minnie Mouse, adiós a Bob Esponja, adiós a Dora la Exploradora. Estos trabajadores ambulantes se tendrán que despedir del centro de la ciudad por orden del Consistorio. El concejal del distrito Centro, Jorge García, ha justificado la decisión del Ejecutivo de Manuela Carmena amparándose en la ley de Seguridad Ciudadana y el Plan de Prevención y Protección Antiterrorista.

Vecinos y comerciantes de la zona reclamaban al Ayuntamiento tomar esta medida por la ocupación gratuita -sin el pago de tasas- de estos espacios y los enfrentamientos, verbales y físicos, entre muñecos animados.

El Ministerio del Interior mantiene desde junio de 2015 el nivel 4 de alerta antiterrorista, calificado como de riesgo alto, el penúltimo escalón de la clasificación de amenazas, una decisión motivada entonces por los ataques terroristas, en enero y noviembre de ese mismo año, en Francia.

Regulación similar a los músicos callejeros

De este modo, Madrid seguirá la línea abierta con los músicos callejeros, tal y como ha señalado la portavoz del Gobierno municipal, Rita Maestre. Maestre ha destacado que "no existe regulación específica para este tipo de actuaciones".

Ahora mismo el Ayuntamiento está evaluando la situación con la intención de conjugar "la protección de los espacios emblemáticos con los derechos de las personas a desarrollar su actividad laboral y profesional" con esta ocupación del espacio público.

La edil madrileña ha señalado que el ejemplo de la regulación de las actuaciones de los músicos callejeros es "una buena línea de trabajo". "Vamos a tratar de avanzar en esa dirección", ha declarado.