El joven Sergio, el principal de los dos acusados de apalear y degollar a una compañera del colegio, María Dolores, Maores, de 14 años, el 1 de noviembre del 2008 en un descampado de Ripollet, se acogió ayer a su derecho a no declarar. El adolescente, que cuando ocurrió el asesinato tenía 15 años, y su amigo Luis, de 14, se enfrentan a una petición de la fiscalía de cinco años de internamiento en un centro, la máxima pena para menores de 16 años. El juicio se inició a puerta cerrada en la Ciutat de la Justicia de Barcelona.

Sergio, que en su segunda declaración judicial se había confesado autor material del asesinato, aunque se escudó en que escuchaba voces que le decían que debía matar a la muchacha, guardó ayer silencio y se juega su futuro en los informes psiquiátricos. La defensa alega que padece un trastorno mental.

El otro acusado, Luis, al que se le imputa también un delito de asesinato como cooperador necesario, sí que contestó a las preguntas y relató que su amigo y la muchacha, a la que fueron a recoger a su casa, discutieron y que, al intentar mediar, Sergio le dijo: "Será peor para ti, no te metas". Y se alejó.