Una adolescente sij británica expulsada temporalmente por su colegio por llevar una pulsera religiosa ganó hoy su batalla legal contra el centro académico, al que acusó de discriminación.

Sarika Singh, de 14 años, fue expulsada en 2007 por el colegio femenino Aberdare por considerar que la pulsera, "Kara", incumplía la prohibición de no llevar joyas en el centro académico.

La joven argumentó que la pulsera no era una joya sin más, sino un símbolo de su fe, y presentó un recurso por discriminación contra la decisión del centro en el Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales, que hoy le dio la razón.

El magistrado que llevó el caso, Stephen Silber, dictaminó que el centro era culpable de discriminación indirecta, en virtud de las leyes para las relaciones entre comunidades y la igualdad.

Sarika podrá volver así en septiembre próximo al centro vistiendo su pulsera de acero, cuyo uso sirve para recordar al creyente las enseñanzas del décimo gurú sij, Gobind Singh.

Este último caso sobre el uso de símbolos religiosos en los centros educativos británicos se suma a otros como el de la adolescente británica, Lydia Playfoot, quien perdió el año pasado su batalla legal para vestir un "anillo de castidad" en un colegio inglés.

En 2006, el Tribunal Superior de Justicia quitó la razón a la adolescente Shabina Begum quien quería vestir el "yilbab" (vestido islámico que cubre el cuerpo y permite ver sólo los ojos y las manos) en su escuela inglesa.