De la misma forma que apenas se ven ya adultos con ojos bizcos, porque el defecto se corrige en la infancia, es posible que dentro de pocos años sea una rareza tener los dientes apiñados, saltones o tan separados que se escapan las eses al hablar. La ortodoncia, esos aparatos metálicos que alinean los dientes mal dispuestos y reorientan incluso el perfil facial, ya no es un recurso exclusivo para niños, sino que su demanda se ha multiplicado en los últimos cinco años entre los adultos. Estos exigen que las grapas y resortes correctores no se noten.

Pensando en ellos, la industria ha diseñado una exclusiva gama de ortodoncia disimulada, más cara que los aparatos convencionales. Se trata de los alineadores dentales invisibles; los que se colocan en la cara interna de la dentadura, y los de cerámica translúcida. Esas piezas se han convertido en un adminículo habitual entre hombres y mujeres de 25 a 60 años a los que su profesión exige tener una línea de sonrisa agradable y equilibrada.

HASTA 9.000 EUROS "Lo verdaderamente difícil para los demás será notar que usted está modificando su dentadura", dicen los catálogos de esta nueva ortodoncia discreta. Su precio oscila entre los 6.000 y los 9.000 euros por tratamiento corrector completo. El de una ortodoncia tradicional, con grapas (brackets) externos de acero o titanio, varía entre los 2.500 y los 4.500 euros, según zona y dentista.

Aunque la decisión de equilibrar la dentadura, tanto en niños como en adultos, casi siempre obedece a razones estéticas, tener unos dientes que encajen bien en la mandíbula, sin que falten piezas ni se pisen entre ellas, supone una garantía de salud y longevidad, asegura el doctor Luis Carri¨re Lluch, odontólogo y ortodoncista. "Una mala dentadura puede dar una vejez con desnutrición por mala asimilación de los alimentos, y de gran sufrimiento", añade.

La morfología de la dentadura no sólo determina cómo se mastica la comida, añade el ortodoncista Eduard Padrós. "La posición de las piezas dentarias define también cómo se habla y cómo se respira", explica. "Los dientes ocupan una zona de equilibrio de fuerzas entre la lengua, muy poderosa, y los labios. Esos tres elementos se desequilibran cuando un niño se chupa constantemente el dedo pulgar, o si la lengua empuja demasiado".

La sanidad pública no financia la ortodoncia, ni está previsto que lo haga. Una mala ordenación dentaria no es una enfermedad, consideran los técnicos de Salud, aunque admiten que puede hallarse en el origen de la desnutrición de los ancianos.

EL INVENTO El doctor Luis Carri¨re, conocido en el mundo odontológico por su filosofía de "corregir para salvar dientes", acababa de patentar un aparato de acero quirúrgico, de dos centímetros de longitud, capaz de esa mejorar una boca afectada una pronunciada inclinación hacia afuera que empujaba el labio superior y lo mantenía abultado de forma permanente. Es el Distalizer Carri¨re, un dispositivo que reproduce la forma de un hueso humano en miniatura, de cuyos extremos parte un hilo elástico. Ya se han vendido 5.000 unidades en EEUU y otras tantas en 42 países.