La inquietante multiplicación de los piojos de nueva generación, surgidos de su adaptación genética a los productos diseñados para eliminarlos, ha motivado la advertencia internacional de los dermatólogos de Europa y EEUU, que definen la situación de epidemia en fase ascendente, para la que no existe tratamiento efectivo y definitivo.

El contagio masivo de piojos, apenas difundido socialmente pero de enorme preocupación entre las familias de los afectados fue objeto de debate en el último congreso de dermatología pediátrica celebrado en España, en el que no se apostó por ningún tratamiento ni se avaló la infalibilidad de los pelicudocidas (antipiojos) comercializados.