La Comisión Europea ha animado hoy a todos los pasajeros afectados por la cancelación de miles de vuelos a causa de la nube de ceniza provocada por la erupción de un volcán en Islandia a que ejerzan sus derechos. Les ha recordado que tienen derecho a que las aerolíneas les reembolsen los pasajes o a que les den nuevas fechas de vuelo.

Concretamente, el pasajero tiene derecho a que se le devuelva el importe del precio íntegro del billete en un plazo de siete días o ser conducido a su destino final en una fecha posterior que le convenga, en función de los asientos disponibles, según han detallado diversas organizaciones de consumidores.

En el caso de optar por otro vuelo, la compañía deberá abonarle el coste del alojamiento hasta que salga el suyo y de las comidas y bebidas suficientes en función del tiempo que sea necesario esperar. El viajero también tiene derecho a dos llamadas telefónicas, dos envíos de fax o de e-mails. Si los billetes no fueron contratados por separado, sino dentro de paquetes turísticos con agencias de viajes, las reclamaciones deberán cursarse directamente a las agencias.

En todo caso, las aerolíneas están obligadas a informar a los viajeros de todas las incidencias en sus vuelos, ha recordado la portavoz de Transporte de la CE, Helen Kearns.

CAUSA DE FUERZA MAYOR

No obstante, debido a las "excepcionales circunstancias" que han provocado el caos aéreo, los pasajeros no podrán reclamar la compensación financiera a la que tendrían derecho si los retrasos o cancelaciones fueran responsabilidad de las aerolíneas, explicó Kearns. La presencia de la nube volcánica se considera una causa de fuerza mayor no imputable a las compañías.

Todos estos derechos rigen en todos los casos. Así, deben ser garantizados tanto por las compañías aéreas comunitarias como las aerolíneas de países terceros que tuvieran previsto despegar desde aeropuertos comunitarios.

TAMBIÉN PARA LAS 'LOW COST'

Igualmente, las aerolíneas de bajo coste también están obligadas a informar a sus pasajeros, hacerse cargo de su manutención y reembolsar o cambiar los billetes, incluso si el viajero no había contratado un seguro para anulaciones o retrasos, ha apuntado la portavoz de la Comisión.

El Ejecutivo de la Unión Europea ha subrayado que esta situación "pone a prueba" el respeto a los derechos de los viajeros en Europa. Se trata, según la CE, de un auténtico test para medir la capacidad de las compañías de cumplir con sus obligaciones y la efectividad de los mecanismos nacionales a disposición de los viajeros para que estos puedan reclamar. Kearns ha advertido de que la Comisión vigilará "muy de cerca" cómo responden las aerolíneas a las reclamaciones.

En España, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha denunciado la falta de información al usuario por parte de AENA y de las líneas aéreas, lo que se traduce en teléfonos de atención al cliente que no contestan, páginas web con datos no actualizados o erróneos y largas colas antes los mostradores.