Después de cuatro días, millones de viajeros afectados y pérdidas con cifras astronómicas, la Unión Europea admitió anoche que no puede esperar a que las cenizas del volcán islandés desaparezcan. Esta constatación era también consecuencia de la fuerte presión a la que se vio sometida por asociaciones de aeropuertos y compañías aéreas europeas. Al menos tres de ellas realizaron ayer una treintena de vuelos de prueba sin pasajeros para demostrar que nos les pasa nada a los aviones. Mientras, los aeropuertos españoles vivieron su jornada más dura, con 17 de ellos cerrados durante siete horas.

La incertidumbre es la peor consejera. Y esa falta de conocimiento sobre cómo evolucionará la columna de humo del Eyjafjalla impide saber qué hacer. La Agencia Europea para la Seguridad Aérea (Eurocontrol) estimó ayer por la tarde que probablemente hoy se podrán realizar la mitad de las operaciones programadas en Europa, unas 28.000. Pero solo es una predicción que el cráter de Islandia puede contradecir en cualquier momento.

SITUACION "INSOSTENIBLE" Sin embargo, el Consejo de Aeropuertos Internacional (ACI Europe) y la Asociación de Aerolíneas Europeas (AEA) no quiere que todo siga así sin remedio, por lo que ayer clamó porque la UE revise las restricciones. Pidieron buscar otras soluciones, ya que la clausura de más de 300 terminales es algo inadmisible para la industria aeronáutica y para tantas otras que dependen de ella. El sector optó por demostrar con aviones de Lufthansa, Air France-KLM o British Airways que el fuselaje de los aparatos no sufría ningún desperfecto.

El comisario de Transportes de la UE, Siim Kallas, acompañado por el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Diego López Garrido, reconoció que lo que sucede en Europa desde el jueves es "insostenible" y avanzó que Eurocontrol ya tiene sobre la mesa la información de las aerolíneas sobre los citados vuelos de control.

No obstante, los científicos británicos, que también realizaron ayer algunos trayectos de reconocimiento, no fueron tan contundentes y sostuvieron que, excepto en una pequeña zona de Escocia, todavía sigue siendo peligroso operar en el Reino Unido, informa Begoña Arce.

Por su parte, las compañías españolas, más ocupadas (y preocupadas) por lo que sucedía ayer en sus aeropuertos no se sumaron a la ola de críticas a las autoridades europeas. A duras penas capearon el monumental descalabro que les supuso el cierre completo de 17 aeropuertos a las 8.30 horas; el posterior anuncio del ministro de Fomento a mediodía de que se mantendrían así hasta las 20.00 horas y, como guinda, la decisión repentina de reabrirlos a las 15.30 horas.

MALETAS FACTURADAS La maquinaria de una aerolínea se mueve a paso de elefante. Todavía más si tiene a la flota y la tripulación repartida por medio continente. Por eso, cuando Aena clausuró el espacio aéreo de 12 aeropuertos del norte de España, tres de Cataluña, el de Aragón y el de Baleares, los miles de pasajeros que querían viajar tardaron en enterarse. En El Prat, por ejemplo, muchos de ellos lograron facturar las maletas porque iban a algún destino sin afectaciones.

El resto de aeropuertos seguía irremediablemente bloqueado. Pero fue una falsa ilusión. A pesar de que en algún momento la dirección de la terminal barcelonesa se planteó cerrar las instalaciones, finalmente no lo hizo.

Del total de 5.066 vuelos programados ayer en los aeropuertos españoles, se anularon 3.157. Fue el peor día de todos. A ver qué se decide hoy.

NORMALIDAD EN TALAVERA El Aeropuerto de Talavera la Real mantenía ayer su actividad prevista para ese día, la salida de un avión de viajeros hacia Barcelona a las 19.55 horas. Así lo explicaron a Efe responsables de Seguridad del Aeropuerto extremeño. Según estas fuentes, "no hay ninguna noticia" relativa a la posible alteración del programa de vuelos del centro.

ENCUENTRO SUSPENDIDO Sí se suspendió el encuentro Compartiendo el Patrimonio Cultural Europeo que iba a celebrarse en la ciudad de Cáceres los días 19 y 20 de abril, al ser imposible la asistencia de los ponentes y participantes procedentes de distintos países europeos.