El consejero de Trabajo, Jordi Valls, pidió ayer que no se califique el conflicto de El Prat de "huelga", ya que con ello se abre la posibilidad de que las compañías aéreas puedan alegar que el caos fue debido a una causa de "fuerza mayor", con lo cual, "les puede exonerar de las responsabilidades contractuales", y los afectados perderían las compensaciones económicas establecidas en el reglamento europeo.

Valls reiteró que lo ocurrido "no fue una huelga ni una huelga salvaje", aunque admitió que "no considerarlo como una huelga legal puede tener consecuencias a efectos de incumplimiento de contrato", algo que, dijo, la Generalitat intentará evitar.

El titular de Trabajo explicó que las aerolíneas afectadas podrían plantear esta crisis no como una huelga legal, sino como un conflicto tipificado como de "fuerza mayor".