LOS AFECTADOS por el derrumbe de un edificio a causa de una explosión de gas en Palencia comenzaron ayer a recibir las primeras ayudas mientras se siguen descubriendo pequeños restos humanos entre los escombros del inmueble.

La Dirección General de Vivienda de la Junta de Castilla y León entregó los doce primeros cheques de 1.000 euros cada uno a otros tantos afectados por el siniestro. En paralelo, 125 personas han pasado ya por las oficina de atención integral puesta en marcha por la junta, el ayuntamiento de la ciudad y el Gobierno central. Este anunció ayer por boca de su vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, que tramitarán por vía de urgencia las ayudas a las personas damnificadas.