Está claro que el compromiso de una pareja de estrellas como Jennifer López y Ben Affleck puede crear todo un universo, y el suyo está en expansión. Desde que la artista, de 32 años de edad, anunció el que será su tercer matrimonio --tras sus enlaces con el modelo Onaji Noa y el bailarín Chris Judd--, los coprotagonistas de la inédita Jersey Girl han aumentado su condición de astros. Y no dejan de brillar. Y de gastar porque Affleck tira sin moderación de la cartera.

Gastó en Las Vegas, donde el fin de semana de Acción de Gracias algunas informaciones aseguran que Affleck se gastó hasta 500.000 dólares en regalos para su futura familia política, incluyendo un Mercedes para Guadalupe, la mamá de López, lógicamente encantada con su yerno.

Mientras se convierten en estrellas de un videojuego --que ha creado para ellos su amigo Kevin Smith, que les dirigió en Jersey Girl --, siguen brillando también en los medios, que difícilmente pasan un día sin una pieza sobre la pareja. A veces lo hacen por razones profesionales, como el estreno de Maid in Manhattan (en la foto, ambos en el estreno en Nueva York el pasado domingo), la última versión en cine de la cenicienta que convierte a López en la nueva Julia Roberts. O el lanzamiento de su nuevo disco. O las ventas de su línea de ropa y su perfume.

PACTO SOBRE SEXO

Otras veces es por rumores, como el de un acuerdo prenupcial por el que ella le exigiría al menos cuatro sesiones de sexo semanal y le amenaza con multas de cinco millones de dólares si le engaña.

Con verdad o rumor, los tortolitos están todos los días en boca de todos. Y los especialistas que siguen la fulgurante carrera de López ya alertan: también en este universo existe la posibilidad de un estallido y un reventón.