La Agencia Internacional de la Energía (AIE) pide a los gobiernos que acaben con la práctica del uso de energías sucias, inseguras y caras y aboga por un mayor desarrollo de la industria nuclear, para satisfacer la demanda eléctrica, y de los biocombustibles, para que el transporte siga funcionando. La AIE describe un patético panorama energético en el informe Previsión de la energía en el mundo, que se dio a conocer ayer en París y Londres coincidiendo con la celebración en Nairobi de la Conferencia Mundial sobre el Clima.

Según la agencia, con las tendencias actuales la demanda de energía primaria habrá aumentado un 53% en todo el mundo en el año 2030, y las emisiones de dióxido de carbono lo harán en un 55%. "Vamos hacia un sistema energético vulnerable, caro y sucio, que irá de crisis en crisis, con nuevas perturbaciones de aprovisionamente, con desastres meteorológicos o con ambas cosas", advirtió el director ejecutivo de la AIE, Claude Mandil.

Como alternativa, la AIE propone una batería de medidas que permitirían mantener el crecimiento económico reduciendo un 10% el consumo de energía y un 16% las emisiones de CO2. Se trataría de una combinación de medidas de ahorro y mejora de la eficiencia en el consumo y de utilización de fuentes de energía alternativas a los hidrocarburos, como la eólica, los biocombustibles y, en un lugar destacado, la nuclear.

ALTERNATIVA NUCLEAR La AIE propugna que la potencia actual de las plantas nucleares (443 reactores que producen 368 gigavatios) pase hasta los 519 gigavatios (un 29% más que ahora). La agencia subraya que la energía nuclear reduce la dependencia económica y política de las importaciones de crudo y gas que, en un futuro, pueden ser objeto de tensiones internacionales, mientras que las reservas de uranio son "abundantes y bien repartidas en todo el mundo". Además, no emite dióxido de carbono (CO2), por lo que no contribuye al cambio climático. La AIE admite, no obstante, que la energía nuclear solo debe impulsarse "con la condición previa de dar respuesta a las preocupaciones de la opinión pública sobre su seguridad".

La AIE agrega que si el gas natural mantiene su línea alcista, será más rentable emplear instalaciones nucleares para la producción de electricidad, por lo que invita a los gobiernos a que faciliten las inversiones privadas en ese sector. El documento también propugna el desarrollo de otras energías limpias como la eólica y la solar, además de los combustibles obtenidos a partir de productos agrícolas, que para cumplir los objetivos deberían sumar en la UE el 5,75% del consumo ya en el 2010.