Acuchilló a su exmujer y sus hijos se vengaron dándole una paliza que lo dejó en estado grave. Este es el resultado de un nuevo caso de violencia doméstica ocurrido ayer por la mañana en Zaragoza. El agresor, que por la tarde fue ingresado en la unidad de cuidados intensivos del Clínico Universitario de la capital aragonesa, solo pudo causarle heridas leves en el cuello a su expareja. Los hijos, de 25 y 17 años, fueron detenidos a la espera de pasar a disposición judicial.

Los hechos tuvieron lugar a las 6.40 horas, en la calle de Bellavista del barrio de San José. Enrique M. S., de 59 años, esperó a que saliera de casa su exmujer, de quien se había separado hace seis años. Entonces, infringiendo una orden de alejamiento, atacó con un cuchillo de cocina a su expareja, pero los gritos de esta alertaron a los vecinos, que empezaron a salir al balcón y a gritar y obligaron al agresor a emprender la huida.

Al enterarse del suceso, los hijos bajaron descalzos a la calle y vieron a su madre ensangrentada y en el suelo. "Que la ha matado, que la ha matado", chillaron, para después pedir a los vecinos que llamaran a una ambulancia y a la policía nacional.

Tras ver que el agresor se escapaba, ambos hermanos decidieron salir en su búsqueda. Lo alcanzaron a 20 metros de donde había acuchillado a la madre y empezaron a propinarle una paliza hasta que cayó al suelo. Como consecuencia de la agresión, el padre fue ingresado en estado grave en la uci del Hospital Clínico Universitario. Según fuentes del Gobierno de Aragón, el hombre estaba hospitalizado con un traumatismo craneoencefálico y con respiración asistida. La policía, no obstante, informó inicialmente de que se hallaba en coma, pero ese detalle no fue después corroborado.

La mujer agredida prestó ayer declaración en las dependencias policiales. Aparte de estos dos hijos, que pasarán en breve a disposición judicial, la víctima de la agresión tiene dos hijas más.

LAS CIFRAS Desde enero hasta ayer ya han perdido la vida 56 mujeres a causa de la violencia doméstica, cuando en todo el año pasado fallecieron 62. Estos datos indican que más de una mujer muere cada semana a manos de su pareja o expareja. La última víctima de esta lacra fue una marroquí que murió el día 6 a manos de su marido en Roquetas de Mar. El día anterior, en Granada, un jubilado de 74 años asesinó a puñaladas a su mujer, de 76 años, y después intentó suicidarse. Murió por una parada cardiorrespiratoria.