El Ministerio de Justicia inició ayer un programa piloto, de un año de duración, para determinar la eficacia de los equipos de alta precisión para recoger muestras en los casos de agresión sexual, por ejemplo, sangre, saliva o semen con el fin de que puedan ser presentadas como pruebas en los juicios.

El proyecto se iniciará en el Instituto de Toxicología de Tenerife, que ya dispone de 150 unidades, y seguirá en los institutos de Sevilla, Madrid y Barcelona. Si la prueba obtiene buenos resultados, los dispositivos se extenderán al resto.