Con una polémica moción de censura, Marisol Yagüe consiguió lo que no hubiera logrado de otra forma: la alcaldía. Conocida por su afición a la rumba --llegó a formar parte de un coro rociero--, su interés por la política surgió con el GIL en los años 90, aunque no dudó en pasarse al grupo mixto junto a otros tránsfugas si con eso lograba la alcaldía.

Roca la ubicó al frente supuestamente por su facilidad para obedecer --haciéndole creer que ella decidía-- y convertirse en su títere durante la gestión del "nuevo planeamiento urbanístico", según lo definió el juez en su auto. Envuelta en otros escándalos judiciales por usar fondos públicos para arreglar su mansión --y también personaje de reparto del corazón al destaparse su romance con un guardaespaldas 20 años más joven--, el fiscal le pide 20 años de cárcel.