La compañía de seguridad en internet Trend Micro ha alertado hoy de una nueva y peligrosa moda que se está extendiendo entre los jóvenes: el envío de imágenes de contenido sexual a través del móvil. Esta práctica, conocida como sexting --por la unión de las palabras inglesas sex y texting-- empezó primero con los mensajes cortos de texto (SMS); pero los teléfonos actuales, con mejores prestaciones, han ampliado el fenómeno a las fotos y a los vídeos.

El hecho de que ahora se trate de imágenes ha agravado la situación, ya que estas pueden distribuirse por internet y llevar al chantaje o al acoso de las personas implicadas. "El sexting es un problema, no solo una tendencia que esté en aumento, debido a los riesgos a los que se exponen quienes lo practican", que incluso pueden derivar en problemas judiciales, afirman investigadores de la compañía.

Trend Micro afirma que es "una práctica en aumento", aunque lanza un mensaje tranquilizador: "Todavía no se ha convertido en una epidemia entre los jóvenes". Según un estudio publicado el pasado diciembre por el Pew Research Center, al que se refiere Trend Micro, solo el 4% de los adolescentes estadounidenses de 12 a 17 años con teléfono móvil reconocieron haber enviado fotos personales, desnudos o semidesnudos, en actitud provocativa o de contenido sexual. El 15% admitió haberlos recibido.

FORMAS DE EVITARLO

La empresa de seguridad sostiene que la actitud de los padres es fundamental para que los menores no caigan en este "reducido" grupo de jóvenes. Lo principal, afirma, es que sean los progenitores quienes paguen la factura de sus hijos. Y lo argumenta con datos: mientras que el 17% de los adolescentes que pagan su recibo envía este tipo de mensajes, el porcentaje se reduce al 3% entre quienes el coste lo asumen total o en buena parte los padres.

Otro consejo es limitar el número de mensajes (de cualquier tipo) que el menor puede enviar. Trend Micro también da cifras sobre esto: solo el 8% de los jóvenes que practica sexting tiene restringido el número de mensajes, mientras que la restricción es mayor, del 28%, entre quienes no envían mensajes con contenido sexual.

"Cuanto más acceso tengan [los padres] al teléfono móvil de sus hijos y más control tengan sobre el uso que estos hacen de estos dispositivos, es menos probable que ellos se comporten de una manera poco aceptada socialmente o incluso que puedan verse implicados en algún proceso legal", concluye la compañía.